¡Bueno ya estamos en el ecuador de la semana y yo estoy agotada!. Esto de no estar acostumbrada a estar todo el día haciendo deporte deja a una muerta, cuando bajamos de la estación lo único que me apetece es irme a descansar de inmediato. Por eso hace un par de semanas, antes de venir me animé a hacerme un desrizado. Con la humedad, la nieve, y el cansancio necesitaba algo que me mantuviera el pelo liso más tiempo y controlado.
En un principio iba a hacerme un alisado de Keratina, pero cuando llegué a la peluquería y vieron mi tipo de cabello me dijeron que la mejor opción era un desrizado. Además al tener todavía algo de coloración en las puntas y el pelo muy fino se iban a tener que saltar también la parte de la plancha con el producto. Así que una vez elegido el tratamiento se pusieron manos a la obra. Lo primero fue lavar el pelo para eliminar cualquier resto de productos, grasa o suciedad y después empezaron con los productos.