Un poco tarde, pero al fin puedo publicar el post. Estaba pendiente de que me llegara lo último de Iroha Nature para publicarlo antes del fin de semana. Hace un rato que llegó mi nueva mascarilla Herb, esta vez para los pies. ¡Y no sabéis lo que las necesitaba! Ha sido llegar a casa y ponérmela corriendo.

¡Buenos días! Sin darnos cuenta ya estamos a mitad de semana de nuevo, y a un paso de acabar julio. ¿Qué rápido se ha pasado este mes verdad? Por aquí al menos ha sido visto y no visto. Pero bueno mientras esperamos con ansias con agosto, hoy os cuento una nueva receta. El otro día os dejaba en instagram una instantánea de un típico desayuno de domingo. Las porras y los churros son sin duda uno de los desayunos más clásicos de España, sobre todo en fin de semana. Esta vez hemos querido dejar atrás una vez más las harinas refinadas y probar con nuestra harina por excelencia, la espelta. El resultado, unas riquísimas porras de espelta que nada tienen que envidiar a las clásicas. ¿Cómo las hemos conseguido? ¡Sigue leyendo!

Acabamos la primera semana de julio mientras vuelve a brillar el sol por fin. Y como ya sabéis los días de sol y playa me he vuelto adicta a las ensaladas de quinoa. Esta vez he preparado una ensalada templada de quinoa y pollo crujiente, también le he puesto las verduras que siempre suelo tener en casa y la verdad que el resultado ha sido de lo más rico.

Yo que no era de ensaladas para nada, desde que empecé a hacer las ensaladas de quinoa no puedo pasar sin ella una semana. Además lo bueno de casi todas estas ensaladas es que las podéis dejar listas la noche anterior, llevarlas en tupper, etc… Pero vamos con lo interesante, los ingredientes.

Ingredientes

Os dejo las cantidades más o menos por persona:

• 1 Taza de quinoa tricolor, yo utilizo la de Prozis.
• 1/4 de pimiento verde y 1/4 de pimiento rojo.
• 1 Zanahoria.
• 1/2 cebolla morada pequeña.
• 1 trocito de calabacín.
• Pechuga de pollo.
• Harina de espelta.
• Huevo.
• Copos de avena.
• Pimienta.
• Perejil.
• Sal y AOVE.

Elaboración

Lo primero que haremos como en cualquier ensalada de quinoa es lavar bien la quinoa para quitarle el amargor. Cuando esté bien lavada la pondremos a cocer con el doble de agua. Yo le añado un poco de pimienta, sal y perejil.

Por otro lado lavaremos y cortaremos toda la verdura en trocitos pequeños y lo pondremos en una sartén con un poco de AOVE y sal a fuego medio.

Mientras la quinoa se cuece, la verdura se saltea cortaremos el pollo en trocitos. Una vez esté el pollo listo, lo pasamos por harina de espelta, después por huevo y por último por los copos de avena. Lo freiremos en la sartén con el fuego fuerte.

Una vez que la quinoa esté lista, la colaremos para quitarle el agua y la añadiremos a la sartén de la verdura. Por último sacaremos el pollo lo dejaremos escurrir sobre un papal absorbente antes de añadirlo a la ensalada.

Y este será el resultado final. Esta era la primera vez que la hacía la ensalada templada de quinoa y pollo crujiente y sin duda me ha encantado. Repetiré seguro.

Aquí os dejo otras recetas de las ensaladas de quinoa que he publicado.