Últimamente no se que me ha dado por las patatas gajo, quizás tengan la culpa mis amigas, que todos los domingos las piden cuando vamos a cenar al Galipizza. Tanto que el otro día las compré para hacer en casa. Desde que las tenía pensé en que podía haber buscado una receta y hacerlas yo, pero en modo «sano». Así que ayer después de leer unas cuantas recetas me puse manos a la obra para ver que tal salían las patatas gajo en modo casero.
En común casi todas las recetas que leí, llevaban hierbas provenzales, y AOVE. Algunas llevaban harina y otras pan rayado, pimienta o pimentón dulce e incluso algunas pimienta cayena. Después de tener más o menos una idea clara empecé.
Ingredientes
- Patatas.
- Harina de espeta.
- Hierbas provenzales (perejii, tomillo, albahaca, orégano, cilantro..)
- Pimienta negra.
- Pimienta cayena.
- Sal.
- AOVE.
Elaboración
Lo primero que haremos será lavar las patatas bien, ya que en esta receta nos vamos a comer la piel. Las secaremos y las partiremos en gajos, depende de la patata pueden ser 4 o más trozos.
Las ponemos en un bol y las pasamos por aceite y sal. Después ponemos en otro bol la harina de espelta (yo la he tamizado para que quedara más fina), las hierbas provenzales, la pimienta negra y la cayena. Mezclamos todo y rebozamos las patatas.
Pondremos el horno a precalentar a unos 200º arriba y abajo. Repartimos las patatas en un papel de horno y las dejamos durante unos 15 minutos. Pasado ese tiempo les damos vuelta y las dejamos otros 10 o 15 minutos.
*Es importante el tipo de patata que escojáis, yo usé estas pequeñitas que venden para guarnición. Y aunque se hicieron bien, no quedaron todo lo crujientes que yo esperaba. Quizás si las hubiera freído se hubieran quedado más crujientes.
¿Cómo las hacéis vosotras?
¡Feliz miércoles!