El pasado 21 de enero el Gran Palais de París nos teletransportaba a el claustro de la Abadía de Auzbaine gracias a Chanel Alta Costura. Fue aquí donde Gabriel Chanel pasó gran parte de su infancia. Virginia Vivard, directora creativa de la maison francesa quiso reconstruir este lugar tan familiar para Coco. Haciéndonos viajar en el tiempo hasta su época en el orfanato de la congregación de monjas Sagrado Corazón de María.
Una puesta en escena mucho más comedida que a las que nos tenía acostumbrado Karl Lagerfeld. Karl era el rey de las puestas en escena, y en cambio Viard ha preferido ser más modesta en este sentido. Pero todo cobra sentido cuando la directora creativa de Chanel hacía el siguiente comentario a algún medio de comunicación.
«Lo que me interesa de este decorado es la paradoja entre la sofisticación de la Alta Costura y la simplicidad del lugar.»
V.Viard
Este decorado nos podía dar muchas pistas de la colección que estaba apunto de aparecer ante nuestros ojos. Una colección cargada de la sobriedad que caracterizó siempre a Coco Chanel. La indumentaria de estética monacal dejaba claro el guiño que Virginia Viard quería hacer a la vestimenta religiosa que influenció a Coco durante sus primeros años. Esta austeridad con la que aprendió a vivir seguramente fue la que forjó esa visión de la moda y de la estética femenina que tanto la caracterizaba.
La colección
Como no podía ser de otra manera, esta nueva colección de Chanel Alta Costura tenía un tejido estrella, el tweed. Tejido insignia de la casa francesa que hace totalmente reconocible sus diseños. Aún más si este es en el clásico bicolor que tan famoso hizo Chanel, el blanco y negro.
Vestidos de manga larga por encima de la rodilla, faldas plisadas y chaquetas abotonadas hasta el cuello nos hacen recordad los clásicos uniformes escolares. Aunque la nueva directora creativa ha preferido hacer una colección modesta sin grandes accesorios si ha habido cabida para cuellos marineros o de bebé con bordados, pedrerías y encajes. El encaje de Chantilly en el clásico bicolor de la maison también se ha ganado un hueco en la pasarela. Los clásicos trajes a los que nos tenían acostumbrados se actualizan gracias a las faldas rectas que se alargan gracias al tul superpuesto consiguiendo un efecto vaporoso y ligero.
Sin duda Viard ha sabido crear una colección donde cohabitan los uniformes y piezas más modestas con livianos vestidos que nos recuerdan que esto es un desfile de Alta Costura.
¿Qué os ha parecido este desfile de Chanel Alta Costura a cargo de Virginia Viard? ¿A pasado la prueba?
Si os gusta Coco Chanel tanto como a mi no podéis perderos este post ni este.
¡Qué tengáis buen martes!