Hace unas cuantas semanas que no hablábamos de ningún personaje de moda, y la verdad que es una sección que me encanta y con la que todos aprendemos cosas nuevas. Hoy vamos a hablar de Charles Frederick Worth, el padre de la Alta Costura.
¿Quién fue Charles Frederick Worth?
Charles nació a finales de 1825 en Reino Unido, hijo de una familia modesta, de padre abogado que los abandonó cuando el tan solo tenía 11 años. Dejándolos en una precaria situación Worth se vio obligado a empezar a trabajar en una imprenta. Más tarde se mudaría a Londres capital donde comenzaría de aprendiz en una tienda de artículos de vestir y mercería.
Siete años más tarde seguía en el mismo gremio, pero abría ascendido al entrar en Swan & Edgard, un tienda de lo más famosa en el momento. Después cambió a Lewis and Allenby, una casa especializada en la comercialización de seda. Fue aquí donde adquirió grandes conocimientos en tejidos y composiciones, algo que luego se convertiría en una de sus señas de identidad.
Pero Worth no solo se interesaba por los tejidos, el arte era otra de sus grandes pasiones. Por eso era asiduo al National Gallery y a otros museos, sin dejar atrás las exposiciones de arte. Fue aquí donde comenzó a estudiar los trajes y vestimentas antiguas, otra de sus grandes inspiraciones tanto en colecciones como en sus trabajos.
Con 20 años Charles Frederick Worth se muda a París, la capital de la moda del momento. Al poco de llegar comienza a trabajar en Gagelin, una casa de textiles, especialistas en chales y otros productos ya confeccionados. Fue aquí donde comenzó a subir de categoría y llegando a ser vendedor principal comenzó a diseñar y confeccionar sus primeros vestidos para la casa.
Fue en Gagelin donde conoció a su mujer, Marie, con la que tubo dos hijos, siendo la primera en llevar sus diseños. Luego abandonaría la casa de textiles para emprender su verdadera aventura con la moda.
¿Cómo comenzó en el mundo de la moda?
Aunque desde bien joven sus vida estuvo ligada de alguna manera a la moda, y sus primeros pasos en el sector comenzaron por ser vendedor, Worth lo tenía claro y lo suyo era crear. Por eso en 1858 abrió su primer taller, y el primer taller de costura de la historia, de ahí que se le conozca como el padre de la alta costura. Esta aventura fue posible en gran parte gracias a su socio Boerg, los que consiguieron que fuera un éxito desde el primer momento.
Sus creaciones eran tan magníficas que entusiasmarían a la mismísima Emperatriz Eugenia de Montijo, para la que confeccionaría hasta 150 modelos exclusivos. Aunque sus famosas clientas no se quedarían ahí, Worth contó con hasta 9 reinas entre su clientela.
¿Qué aportó al mundo de la moda?
Este joven modisto, que pronto se convirtió en una celebridad, firmaba sus vestidos como si fueran obras de arte, algo que nadie antes había hecho.
Suavizó en cierto modo el vestuario femenino, aunque seguía teniendo una gran rigidez:
- Duras puntillas alrededor del cuello.
- Líneas más sencillas.
- Reducción de la crinolina, de modo que el tejido caía recto en la parte delantera y se recogía en la trasera.
- Incómodos sombreros con pesadas plumas de avestruz, símbolo de riqueza y posición social por su elevado precio.
- Corsés para afinar la figura.
Worth aportó un cambio total de los cánones, pero también de la forma de trabajo. Los diseños por primera vez se preparaban con antelación y se presentaban sobre maniquíes, así las clientas podrían elegir mejor, antes de confeccionarlo a medida para ellas.
Otra de las grandes aportaciones de este diseñador al mundo de la moda fue la introducción de los primeros pases de modelos en maniquíes vivientes, pases que serían la antesala de los desfiles que conocemos hoy por hoy. Estos pases llegarían a ser espectáculos de lo más sofisticados donde se irían incorporando las luces y la música.
El impulso del diseño textil y la industria de la moda se convirtió en la primera fuente de divisas de Francia. Las élites culturales y la aristocracia se convertirían en los principales clientes ayudando con todas las facilidades a modistos que impondrían sus propios criterios.
Es más, la palabra «modisto» fue creada para Worth, el resto eran modistas o costureros.
Otra de las innovaciones que Charles Frederick Worth aportaría a este mundo sería la presentación de colecciones cada temporada. Esto haría que se incentivaran las ventas. Y con esto, la moda ya no era solo creación, también era espectáculo y publicidad.
Piezas clave y ADN
Aunque Worth no tiene ninguna pieza clave que haya pasado como tal a la historia, hay algo que si lleva su firma, y es precisamente eso, el firmar sus vestidos como obras de arte. Creo marca y estilo propio, fue el primero en dejar de estar a merced de las clientas en cuanto a las elecciones para el diseño, llevando el las riendas.
Una de las grande claves de este modisto fue unir la técnica inglesa con la elegancia francesa. Sus colecciones inspiradas en las vestimentas históricas sumadas a su maestría en corte y confección junto a su conocimiento y elección de tejidos y pasamanería harían de sus vestidos piezas únicas.
Otra de las claves de su éxito fue el vestir a grandes personalidades como la mujer de Napoleón, pero también a otras emperatrices como Sisi Emperatriz o vestir a cortes Rusas, Suecas e Italianas.
Para saber más
Si te has quedado con ganas de saber más sobre el padre de la alta costura hay varios libros que puedes leer:
- The House of Worth: El nacimiento de la Alta Costura
- The House of Worth: Retratos de un archivo 1890 – 1914
- MET Museum: aquí podéis ver cantidad de vestuario de Worth.